¿Has dicho que sí cuando en realidad querías decir que no? Por ejemplo, te invitan a una fiesta e insisten tanto que, aunque preferirías quedarte en casa leyendo, al final accedes. O tras una larga jornada laboral te dicen tus compañeros de trabajo de ir de cañas cuando sólo quieres que el día acabe.
Nos han enseñado a ser complacientes, a aceptar incluso cuando no queramos pues negarse es de maleducados y debemos estar dispuestos a priorizar a los demás por encima de nosotros ya que lo contrario es egoísmo. Además, si unimos a esto una baja autoestima y necesidad de aceptación, aprender a decir que no se vuelve una tarea epopéyica.
Decir siempre que sí es una forma de adaptarnos al medio, encajar socialmente y agradar a las personas que queremos cerca. Así, aceptamos muchas situaciones que no nos agradan para sentirnos amados y aceptados huyendo del conflicto que genera dos situaciones opuestas: lo que esperan de nosotros y lo que realmente queremos. Es este momento hay que plantearse a qué queremos dar prioridad.
En este punto, es importante priorizarnos pues las consecuencias de no decir que no a tiempo son importantes: si no ponemos límites, nos estamos faltando el respeto en cierta forma, lo que hace disminuir nuestra autoestima.
Decir que no es necesario para nuestro autocuidado y nuestra autoestima. A continuación, te damos varios consejos para que pongas en práctica esto:
- Prioriza realmente tus necesidades y deseos: lo primero eres tú, ten esto en cuenta antes de tomar una decisión.
- Pierde el miedo a las críticas: nadie va a estar al 100% de acuerdo siempre con lo que hagas o digas.
- Piensa en como vas a decir sí o no: una negativa no debe restar amabilidad a tu respuesta
- Practica: visualízate en diferentes situaciones en las que tengas que decir que no, cómo lo harías y qué dirías y, cuando llegue el momento, lánzate a la piscina.
- Explicaciones, sólo cuando sean necesarias: no tienes porque dar explicaciones sobre tu decisión a no ser que realmente quieras.
- No cedas a las presiones ni te muestres siempre tan accesible: cuando empieces a decir que no, surgirán las presiones para que vuelvas a ser la que siempre aceptaba todo lo que le proponían. Aprende a no ceder y ser tan accesible para aumentar tu autoestima y el respeto de tus familiares, compañeros y amigos.
Esperamos que con estos consejos comiences a priorizarte y aprendas que, saber decir que no, es importante para tu salud emocional.
¡Y ACUÉRDATE!