La piel es el órgano más grande del cuerpo humano y su papel es vital: actúa como como barrera protectora frente a las posibles agresiones externas, regula la temperatura corporal, sintetiza la vitamina D y es uno de los principales órganos sensoriales, con terminaciones nerviosas que detectan el tacto, la temperatura, el dolor, la vibración y la presión.
A pesar de su importancia, en muchas ocasiones no le prestamos toda la atención y el cuidado que merece. Para mantener nuestra piel en óptimas condiciones debemos conocerla, “escucharla” y darle lo que necesita.
No todas las pieles son iguales, podemos descubrir cómo es la nuestra mirándola atentamente y buscando las pequeñas señales que nos revelan a qué tipo pertenece:
Piel normal
Es la piel ideal, ni seca ni grasa. Elástica, suave y sin imperfecciones. Presenta un aspecto luminoso y uniforme. Una buena circulación sanguínea y poros apenas visibles.
Tener este tipo de piel suele ser el resultado de una afortunada herencia genética, pero para mantenerla en perfectas condiciones hay que hidratarla diariamente. El complejo Lotion&Go Hidratación en Spray se absorbe rápidamente y su fórmula, enriquecida con aceite de almendras y miel, conserva la hidratación durante 24 horas.
Piel grasa
A simple vista es una piel con impurezas, poros dilatados, zonas con brillos, puntos negros y acné. El exceso de grasa -debido a causas genéticas, desequilibrios hormonales o estrés- es el responsable de su apariencia.
Los dermatólogos recomiendan una limpieza con elementos seborreguladores y calmantes y el uso de activos como el ácido hialurónico y el colágeno, como los que contiene nuestra loción corporal Piel Perfecta te ayudará a cuidar.
Piel seca o deshidratada
Sus indicadores más evidentes son la tirantez, la fragilidad y la aspereza. Cuando la sequedad se vuelve más extrema puede manifestarse con descamación, manchas e incluso picor.
El motivo de todo ello es la baja producción de sebo de la piel seca, que hace que le cueste retener la humedad y protegerse frente a los elementos externos. Las cremas humectantes son lo más adecuado para este tipo de pieles. Aplicando a diario el Elixir de Argan Reparadora, con argán 100% natural y textura cream oil se repara la barrera hidrolipídica de la piel y permanece hidratada durante 24 horas.
Cada tipo de piel necesita su cuidado específico, pero, sobre todo ahora en verano, existen dos importantes recomendaciones que favorecen por igual a todas las pieles:
Protegerse del sol
El sol tiene numerosos beneficios para el cuerpo humano, pero puede llegar a convertirse en el mayor enemigo de la piel. Está demostrado que una exposición excesiva a la radiación solar acelera el proceso de envejecimiento y puede provocar problemas de pigmentación. Por ello, lo prudente es utilizar una protección solar alta en aquellas zonas expuestas durante todo el año (rostro, brazos) y, en verano, renovarla cada dos horas o cada vez que salgamos del agua, así como no tomar el sol durante las horas centrales del día (10h-16h). Una profunda hidratación posterior es fundamental para minimizar los daños sobre la piel.
Cuidado con la depilación
Eliminar el vello puede irritar la piel, sea cual sea el método depilatorio utilizado. Por ello, conviene prepararla con anterioridad. Exfoliar la piel un par de días antes, ducharse con agua caliente para abrir los poros y con agua fría para cerrarlos al terminar son sencillos consejos que pueden facilitar la depilación. Por último, es imprescindible aplicar una crema hidratante; las que contienen almendras o karité son especialmente aconsejables.
“Escuchando” y observando los signos de nuestra piel sabremos cómo es y que cuidados necesita. Sea del tipo que sea, se merece que la mimemos para que pueda lucir su mejor versión.
¡Y ACUÉRDATE!